domingo, 11 de septiembre de 2011

Cómo hacer que el maquillaje dure intacto lo que le eches: 10 truquillos para conseguirlo / How to make make up last for ages: 10 tips to achieve it.

Este es un tema que nos preocupa a todas: ¿cómo hago que mi maquillaje dure un largo y atareado día intacto? ¿Cómo puedo hacer que sobreviva a la más loca de las noches?
En realidad es muy fácil:

1. Utiliza una prebase.
Si tienes tendencia a los brillos, querrás usar una prebase matificante tipo Matt Primer de Illamasqua, Biotherma Sebium Pore Refiner, o cualquier crema de tratamiento para pieles con brillos.
Si empiezas con la piel brillante antes de salir de casa, no esperes no brillar como una bola de discoteca a las dos horas.
Si tu piel es normal la prebase de Sephora es muy buena, la HD de Make Up Forever también o la Satin Finish de Illamasqua.
La piel normal o seca tiene menos tendencia a los brillos por lo cual no es estrictamente necesario que se prepare con una prebase matificante.



2. La base de maquillaje correcta.
De tu tono de piel, que no se oxide al entrar en contacto con el oxígeno del aire (nadie quiere llevar la cara naranja como una mandarina) y que sea adecuada a tipo de piel: ligeramente jugosa si la tienes seca, mate si la tienes grasa.
El truco está en comenzar a aplicar la base desde el centro del rostro (frente, nariz y mentón) hacia afuera (sienes, mejillas, mandíbula) y extenderla un poco hacia el cuello para evitar el temido efecto máscara si no es exactamente igual al tipo de tu piel.
La base puede aplicarse desde con las manos (personalmente no recomiendo este método si tienes la piel grasa ya que los aceites naturales de tus dedos interactuarán con la base y con tu piel y el acabado no será todo lo mate que debería) a con un pincel plano, biselado, mofeta, una esponjita húmeda...
Lo importante es trabajar la base. No dar un brochazo y ya, fundirla bien con la piel, que se asiente en ella, que forme parte de ella. Pasamos una y otra vez la brocha sobre las distintas áreas del rostro hasta que la base no esté encima de la piel sino en ella.





3. Corrector.
Los correctores hacen pliegues y se mueven, es un hecho. La idea es escoger uno cubriente que requiera de poca cantidad para tapar tus imperfecciones: a mayor cantidad más posibilidades de que se mueva.
Siempre es recomendable sellarlo con un polvo fino, a toquecitos, no arrastrando la brocha con polvo sobre él sino ejerciendo ligeras presiones sobre la zona tratada.



4. Ojos.
Si tu párpado es graso querrás una prebase. Por lo que he leído, la mejor es la prebase para sombras de Nars, seguida por la de Too Faced y finalmente la archiconocida Primer Potion de Urban Decay.
Un mínimo es suficiente, si aplicas demasiado producto te será difícil trabajar las sombras.
El truco de un maquillaje de ojos duradero es la sobreposición: hacer un sandwich con los productos.
Por ejemplo tras la prebase puedes aplicar un Paint Pot de MAC (en tono Soft Ochre o Painterly para un acabado natural y simplemente corregir despigmentaciones, venitas y demás imperfecciones del párpado) o uno con color que te sirva de base para los colores que utilizarás después.
Los Aqua Creams de Make Up Forever son mi producto estrella. Resisten lo que les eches y si no te los tocas pueden durarte dos meses en el ojo.
Encima de esta base aplica los colores que desees. Aplicas, difuminas y vuelves a aplicar, así unas cuantas veces. Esto crea densidad de producto y lo va sellando en tu ojo.
Para la línea interna del ojo (waterline) usa un producto en crema en el color que desees y aplica una sombra en polvo del mismo color encima. Si el lápiz, gel, crema o lo que uses puede ser waterproof, mejor.

Recuerda: comienza con poca cantidad, siempre es mejor ir subiendo el tono y trabajarlo a aplicar un kilo de producto que luego no vas a saber / poder difuminar.





5. Pestañas:
Si vives en un sitio húmedo, donde llueve o nieva mucho o simplemente la máscara tiene tendencia a transferirse a tu párpado móvil o a la zona de la ojera, una máscara Waterproof te salvará la vida. La Smokey Lash de Make Up Forever es estupenda aunque hay que trabajarla rápido porque se seca deprisa y el tubo no dura siglos: has de usarla frecuentemente si no quieres que se solidifique en el envase y sea inservible.



6. Colorete, Bronceador, Iluminador.
a. El bronceador no es un contorneador, son dos productos diferentes para dos cosas diferentes: el bronceador te da un efecto 'besado por el sol' y el contorneador te ayuda a definir el rostro.

b. Usa los polvos de sol / bronceadores en las áreas donde normalmente te cogería antes el sol de forma natural, no por toda la cara indiscriminadamente: frente, parte trasera del pómulo, barbilla, puente de la nariz.

Aclarado esto, el principio para el colorete es el mismo que para las sombras de ojos: aplica una base (en crema, un Aqua Cream) y posteriormente un polvo encima. Color en las mejillas garantizado aunque te bañes en un óceano embravecido.



7. Sellar es asegurar.
Sella tu base, tu corrector y tu colorete con polvo: compacto, suelto, con un poco de cobertura, de color, translúcido... como tú lo prefieras, pero sella lo que has aplicado en el rostro.
Yo recomiendo hacerlo al final, después de todo lo anterior por una razón muy concreta: la base de maquillaje ya ha tenido tiempo de asentarse en tu piel y lo normal es que luzca menos jugosa o brillante que recién aplicada. Por lo tanto necesitarás menos polvo para matificarla y sellarla: bastará una fina capa invisible.
Truco: cuando cargues la brocha o la esponjita de polvo, sacúdela en el aire para eliminar el exceso y no la arrastres por el rostro: aplícala a toquecitos, así no alterarás la base de maquillaje ni el colorete y el polvo se fundirá perfectamente con la base en lugar de quedarse sobre ella pareciendo que hemos metido la cara en un costal de harina.



8. Me he pasado con los polvos / tengo la cara acartonada:
Un pequeño error de cálculo lo tiene cualquiera. Toma una toallita desmaquillante, dóblala en cuatro y presiona por las áreas del rostro que necesites desempolvar o que necesiten parecer más naturales.
Un algodoncito ligeramente mojado te valdrá igual.
Recuerda: a ligeros toquecitos, suaves presiones, no arrastrando por la cara o te desmaquillarás toda.



9. El truco de la abuela.
Antaño nos pulverizábamos la cara con laca para que el maquillaje durase más. Poco glamouroso pero efectivo (especialmente si no tienes a mano ninguno de los productos de los que te voy a hablar).
Ojo: Si decides pulverizarte la cara con laca, con amor. Suaves y mínimas pulverizaciones, no como si Amy Winehouse se quisiese sujetar el cardado para una de sus locas noches.
El efecto pegajoso del principio desaparece tras unos segundos, tranquila.
Si esto te da un poco de grima, unas dos o tres pulverizaciones de Modle in a Bottle (sólo para ocasiones especiales, uso diario desaconsejado) o del All Nighter Spray de Urban Decay (este sí puede usarse a diario) desde una distancia prudencial son el sustituto elaborado y avanzado de la laca.
Recuerda: dos o tres pulverizaciones con los ojos cerrados, no te empapes la cara de producto. Manten los ojos cerrados unos segundos para evitar que al abrirlos la máscara de pestañas todavía húmeda te manche el párpado o la zona de la ojera.


10. Labios.
Un Aqua Lip de Make Up Forever para delinear y rellenar el labio: color asegurado todo el día (hasta que comas y te limpies, claro).
Aplícalo, besa un kleenex, vuélvelo a aplicar. De ahí ya no se mueve.
A tener en cuenta: al ser un producto Waterproof reseca que da gloria. Hidrata tus labios en profundidad (Neutrogena Bálsamo Reparador Nariz y Labios, Ultrabalm de Lush) antes de aplicarlo.
Una vez aplicado y sellado, pon un poco de gloss hidratante por encima, tus labios te lo agradecerán.



Importante:
1. Sellar el maquillaje: primero un producto en crema, encima uno en polvo.
2. Trabajar el producto para que se asiente en la piel y no se quede sobre esta como aceite sobre agua.
3. Trabajar con ligeras presiones, toquecitos, no arrastrando.


Puede parecer una barbaridad de trabajo, productos y tiempo pero os aseguro que es perfectamente posible hacer un look de diario para salir corriendo a contrareloj y que quede natural, no tiene por qué llevaros dos horas ni por qué parecer que os habéis maquillado para asistir a un desfile en carroza el día del Orgullo Gay.


Recuerda:
En esto como en todo, la práctica lleva a la perfección.
Puede que al principio te lleve más tiempo hacer todo esto pero con práctica llegarás a dar todos estos pasos con rapidez.
Si a la primera te queda muy recargado o te cuesta trabajar los productos uno sobre otro, nuevamente la práctica estará de tu lado: nadie nació aprendido, tuvimos que practicar mucho antes de que algo nos saliese bien. Si yo puedo hacerlo, tú también, no te desanimes.


Finalmente...
El maquillaje nos hace ganar en confianza y seguridad pero lo importante eres tú. Ningún maquillaje es mejor que una sonrisa, que una mirada clara y limpia y que un gesto o una palabra amable.
¡Quiérete! Si no lo haces tú nadie lo hará por ti, ni siquiera el maquillaje más elaborado y perfecto del mundo: la clave está en aceptarse y quererse a una misma, en valorarse y sentirse agusto con lo que es. Convéncete de que ¡tú eres única y eso te hace maravillosa, con o sin maquillaje!

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